No me ayudes compadre
Luis Ángel García miércoles 16, Feb 2022Por la Derecha..!
Luis Ángel García
La respuesta tardía de José Ramón López Beltrán a la investigación de Latinus no explica por qué tiene ese nivel de vida, de jeque árabe. Quiso exonerarse y lavar la imagen del Presidente, pero solo complicó más las cosas y ahora, además de no llevar los preceptos de austeridad franciscana que impulsa su padre, resultó un “aspiracionista” mentiroso.
En una misiva enviada la noche del domingo, dice que decidió radicar en Estados Unidos, donde es asesor legal de una empresa y que cuenta con permiso para ello. Pero ahora se sabe que el negocio es de los hijos de un empresario benefactor de la 4T que supervisa la construcción del Tren Maya a nombre del primer mandatario, claro es un cargo “honorífico” y donó un terreno de dos mil hectáreas en Puerto Peñasco para la construcción de un parque solar de la CFE. Pero la compañía donde dice que labora López Beltrán se fundó apenas hace tres años, justo cuando se fue a vivir a la mansión que no tenía ni Peña Nieto, mucho menos Obama. Más aún, la dirección electrónica que da sobre el negocio inmobiliario, empezó a moverse horas antes de que enviara su carta respuesta.
Dice José Ramón que ejerce como abogado, pero diversas fuentes consultaron la base de datos de la Barra de Abogados de Texas y no aparece él como reconocido para desempeñar la función de abogado. Es más, comentan que para darse de alta es muy complicado y que lleva años, mínimo dos, para que se reconozcan y validen los estudios universitarios, tomar cursos, presentar exámenes y un largo etcétera.
Por supuesto que nadie cree en lo declarado por el junior, quien tampoco tiene experiencia profesional, ya que se consultó en el IMSS si había cotizado para alguna empresa y aparece con cero semanas cotizadas. Pudo haber trabajado por su cuenta, pero en la informalidad, ya que no se dio de alta en Hacienda, que pudo haber detectado que no aportó a la seguridad social.
Mal y de malas, ya que, en la mañanera de este lunes, tampoco el Presidente pudo marcar la agenda, por lo que tuvo que recurrir otra vez al caso Loret para descalificarlo y amenazar nuevamente al periodista y de paso a la empresa donde trabajó para que “transparenten” los pagos que hicieron. Emboletó también al INAI para que investigue el origen de los ingresos del reportero y de Televisa, por ser -dijo-, concesionaria de un bien público.
Pero aun sin dejar títere con cabeza, no pudo distraer la conversación pública, las audiencias siguen cuestionando el doble lenguaje de la 4T. Seguramente en las próximas mediciones de su popularidad, ésta caerá algunos puntos. Durante las siguientes semanas retomará su narrativa para marcar la agenda, pero será muy cuidadoso de no hablar de la corrupción neoliberal, ya que le podrán revirar el tema de la “Casa gris”. Por primera vez en este sexenio le falló el manejo de riesgos y crisis.
Mientras tanto, quedan dos grandes temas que parece soslayar, uno es de las violaciones flagrantes a la Constitución y leyes secundarias por parte del Ejecutivo, que seguramente lo tienen sin cuidado porque no habrá juez que lo quiera enjuiciar y lo que parece tenerlo también sin cuidado: el asesinato de seis periodistas y dos tentativas de homicidio a comunicadores. Para ambos casos, él tiene otros datos.